- No engañarás a tu público, prometiendo cosas que después son sólo aire.
- No cocinarás mal un producto de calidad, ¡joder no malgastes ese producto!.
- No embardunarás de salsa el manjar que vas a servir, tratando de ocultar la verdad.
- No mirarás constantemente al comensal mientras está comiendo.
- No serás vanidoso/a, siendo un "trisca" en la pitanza de alguien que no ha ido a tu comedor para oírte.
- Si se sirve el vino al comensal, no le emborracharás ni le matarás de sed.
- Amarás al comensal como a ti mismo y, por supuesto, no les tirarás los platos en la mesa.
- Matarás a moscas y a otros bichitos indeseables.
- Limpiarás y cuidarás los sanitarios.
- No abrumarás con largas cartas agobiantes y liosas, que hagan que al abrirlas vayas a ver si se cumple el mandamiento 9.
Si cumples estos diez mandamientos tienes asegurado el cielo y, hasta a un diablo como yo, le gustará comer en tu casa.