Es un sitio supertípico de Santander, que lleva aquí toda la vida. El local parece una vieja bodega, con vigas de madera, azulejos, pizarras y toneles antiguos con ambiente ruidoso amenizado con música en directo de un pianista.
El problema es que está tope y se forman grandes colas para entrar ya que no reservan. La ventaja es que avanzas rápido especialmente por dos motivos que compartes mesa con más personas y dan ni postres ni café.
Imprescindible pedir una bandeja de fritos, si te gusta la bechamel, que lleva croquetas, rollitos, huevos rellenos, morcilla, pechuga empanada y empanadillas. Además tienen ventresca con pimientos, pimientos de padrón , cecina, tabla de quesos...
La puntuación del sitio es la siguiente:
- Ir con los DIABLILLOS:....




- APARCAMIENTO:...................




- El INTERIOR:..........................




- ATENCIÓN del personal:...




- Sensación al PALADAR:.....




- MONEY /PLACER:..................




(precio medio 35€ per cápita)
Lucifer comió aquí y le gustó
A esta casa hemos ido unas 6 veces. La última vez en junio del 2011 y seguía exactamente igual.
BODEGA LA CONVENIENTE
C/ DE GÓMEZ OREÑA, 9
Santander Tf:
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